La teoría dice que deben cambiarse cada uno o dos años. Todo será en función de las condiciones meteorológicas a las que haya sido expuesto tu vehículo. Sea cual sea el momento, lo ideal es que lo hagas en antes de que empiecen las primeras lluvias, fríos… Además, si cuando activas tu limpiaparabrisas aparece una raya permanente en el centro de tu campo visual, es momento de acudir a tu taller mecánico más cercano para una puesta a punto de tu vehículo.

Durante ese periodo de tiempo es recomendable un mantenimiento ‘casero’ con el objetivo de prolongar su estado lo máximo posible.

• Limpia las gomas con un paño con agua solamente.
• No uses productos que lleven químicos, porque deterioran la goma por la agresividad de esos componentes.
• Evita someter a tu vehículo a temperaturas extremas como el calor ya que aceleraría el deterioro de las gomas.

1. Iluminación mejorada

No solo producen una luz más brillante y nítida, sino que también tienen una vida útil considerablemente más larga y una amplia fiabilidad. Esta es una razón importante por la que dicha tecnología de iluminación se ha establecido como un nuevo estándar en una gran variedad de usos industriales.

2. Mayor visibilidad

La alta luminosidad de las luces led proporciona un rango de visibilidad mucho más amplio, lo que aumenta también el nivel de seguridad del conductor. 

Una luz más brillante con un mayor rango de iluminación puede ayudarte a evitar accidentes de carretera inesperados durante las noches de niebla y oscuridad. Una visibilidad excelente equivale a un mejor control de la conducción.

3. Eficiencia energética

Las luces led para automóviles son muy eficientes desde el punto de vista energético: aproximadamente un 85% más que las luces incandescentes. La razón es que no utilizan mucha energía térmica para iniciar el proceso de emisión de luz, a diferencia de otro tipo de faros, que derrochan mucho calor.

4. Durabilidad 

Los faros led suelen durar más que otro tipo de luces más tradicionales. Al durar más, también podrás ahorrar dinero con ello.

5. Temperatura de color

Las luces led tienen una temperatura de color de aproximadamente 5000 k, que es mucho más cercana a la luz solar en comparación con otra clase de luces. Puede proporcionar a los usuarios una sensación natural y reflejar muy poca intensidad de luz en los ojos de otros conductores. 

6. Lúmenes mejorados

Los faros led proporcionan más lúmenes que las luces halógenas, lo que los convierte en una alternativa de iluminación más potente. Las luces led, a diferencia de otros sistemas de iluminación tradicionales, no requieren filtros para adquirir color.

7. Mantenimiento práctico

Estos sistemas de iluminación requieren menos mantenimiento porque producen mucho menos calor. Mientras que con el tiempo otras fuentes de luz  requieren una sustitución y un mantenimiento más complejo, las luces led son de estado sólido y ofrecen el mismo potencial, por lo que deberían durar varios años. 

Por lo tanto, al comprar vehículos equipados con luces led, se está haciendo una inversión a largo plazo para obtener una alta tasa de rentabilidad. 

8. Sin reemplazos frecuentes 

Otra ventaja significativa de la luz led es que la bombilla no necesita reemplazarse con frecuencia. Por lo tanto, te ahorrarás el tiempo y el trabajo asociados con el cambio frecuente de los faros de tu automóvil.

Esto significa que no tendrás que realizar un trabajo rutinario de sustitución ni una operación periódica de reemplazo. Como resultado, se trata de una solución que ahorra mucho tiempo y esfuerzo a los propietarios de automóviles. Además, es posible que ahorres algo de dinero adicional por ello. 

9. Ahorro de combustible

Las luces led no solo producen una iluminación más fuerte y nítida, sino que también son muy eficientes en cuanto al consumo de energía, ya que solo requieren una pequeña cantidad de electricidad de tu vehículo. 

Esta es una característica que no se encuentra en la mayoría de los demás sistemas de iluminación. Además, consigue aumentar la eficiencia del combustible, lo que puede significar un ahorro considerable.

Es normal que los elementos de tu vehículo sufran desgaste y deterioro por el uso. En este sentido, los puños de moto son uno de los componentes que más utilizas de tu vehículo, ya que es donde te agarras con fuerza al conducir o de dónde aceleras, con lo que es inevitable que se acaben degradando. 

Todo esto implica que, en ocasiones, tengamos que cambiar los puños de la moto; por eso, vamos a darte algunos detalles sobre cómo se pueden sustituir de forma segura y en qué te tienes que fijar para elegir los mejores puños para tu moto.

¿CÓMO ELEGIR LOS PUÑOS DE MOTO ADECUADOS?

Saber si los puños de la moto son o no los adecuados para nosotros, dependerá del uso que le demos a la moto, del modelo de tu vehículo y de su relación calidad-precio. Además, nuestro estilo de conducción, repercutirá en la comodidad que nos van a aportar, así como en su durabilidad.

Deben ser elementos cómodos

Los puños deben estar hechos con materiales que ofrezcan un gran agarre. Los dedos y las palmas de las manos tienen que estar cómodos, esto evitará dolores en las muñecas o las manos.

Deben ser resistentes y duraderos

La resistencia y durabilidad de los puños depende, en gran medida, del uso que tenga la moto, es decir, si se usa para ir por ciudad y realizar tareas diarias, no deben tener una durabilidad tan extrema como los puños de una moto de trial. Eso sí, conviene que tengan un mínimo de resistencia y durabilidad para evitar tener que realizar un mantenimiento de los puños con mucha frecuencia.

No gastes de más si no es por mayor calidad

La calidad es fundamental al momento de comprar los puños de las motos. Siempre será aconsejable elegir aquellos que nos aporten más seguridad. Aunque, lo ideal es seleccionar los que nos den todo lo que nos hace falta sin pasarse con el precio. 

¿CÓMO CAMBIAR LOS PUÑOS DE LA MOTO?

Cambiar los puños de la moto es relativamente sencillo. A continuación, te vamos a contar paso a paso lo que tienes que hacer y, en menos de media hora, ya tendrás tus puños nuevos en la moto:

Extrae los puños del manillar

Dependiendo del sistema de sujeción de los puños, en algunos casos deberás utilizar un destornillador para separar el puño del manillar. Aunque en muchas ocasiones, vas a poder quitarlos con las manos, haciendo presión y dándole vueltas a los puños, hasta que se separen.

Limpia el manillar 

Una vez has retirado los puños antiguos, es hora de limpiar el manillar. Retira los restos de pegamento y otras suciedades con alcohol hasta que quede liso para que los nuevos puños se puedan adherir.

Instala los nuevos puños

Por regla general, todos los puños tienen medidas estandarizadas (22 mm), pero cerciórate de que el diámetro es correcto antes de empezar a instalar. Una vez comprobado, debes poner cada uno de los puños utilizando un lubricante que también sirva como pegamento. Introduce el puño girando hacia adelante.

Prueba final

Debes realizar los toques finales al procedimiento, ajustando el puño izquierdo, el cual girarás suavemente antes que se seque el pegamento, para que coincida con la posición del puño derecho. Antes de salir a rodar, comprueba que ambos puños están fijos y que todos los sistemas, como el acelerador, funcionan correctamente.

Casi todos los puños de moto se cambian igual, aunque puede haber pequeñas variaciones en el proceso según el modelo. De todas maneras, siempre recomendamos hacer esto con un experto. Por otra parte, conservar en buen estado los puños de la moto debería estar incluido en tu mantenimiento de la motocicleta para evitar problemas futuros.